Como Pixar capta la personalidad animal

Una noche fría de invierno en pleno diciembre previo a la nevada que invadió de blanco las calles de Madrid vi ojiplatica la película “Soul” o “Alma”, si lo quieren trasladar al castellano el término anglosajón.

Su protagonista es el rey del jazz que pasa de ser profesor instrumental en un colegio a cumplir su sueño de tocar en un afamado club de jazz tocando su piano (equiparando este mundo de ficción con nuestra realidad, Vanessa sería la directora de orquesta de Peluquería Canessa cuyas manos tienen tanta agilidad con las tijeras como el mítico personaje Eduardo Manostijeras); pero un pequeño incidente provocado por una alcantarilla abierta hace que se traslade su cuerpo al vacío mientras su alma se va al más allá. En ese lugar se encuentra con muchas almas dispuestas a ir al mundo terrenal (muchos animales dispuestos a ser tratados por Vanessa).

Nuestro querido académico se topa con un alma difícil de completar el proceso para ser un ente libre en la tierra. El personaje principal acaba en el cuerpo de un felino y la alma en prueba en el cuerpo del facultativo (Vanessa siempre se pone en la piel de vuestras queridas mascotas). Tras largas luchas de unos y otros el alma número 22, o la niña bonita como la llamo yo, descubre lo increíble que es estar dentro de un humano y como esas pequeñas cosas de la vida hacen lo especial de estar vivo sin mucha ostentación u otros bienes materiales (la sencillez de Vanessa hace grande su trabajo así como el trato humano que les profiere).

De esta manera, logra tener su pase de nuevo a la vida cívica, por otro lado, el hombre del jazz en el interior del gato puede descubrir lo básico que es el animal como sus incesantes ronroneos al estar comiendo (Vanessa otorga “chuches” como premio del buen comportamiento), lo feliz que es estar revolcándose a la luz del sol (ella estimula el juego de perros y gatos), incluso, pedir mimitos a sus dueños (es muy cariñosa con el trato animal) y, a este punto quería llegar, las mascota animales de compañía son seres magníficos que dan mucho sin pedir nada a cambio, son leales y expresivos como ellos solos.

Muchas veces nos gustaría integrarnos en su pensamiento e intentar comprender sus acciones; sin embargo, sus actitudes los hacen nobles compañeros de viaje que requieren necesidades como, y dejando ya de lado la equiparación de la ficción con la realidad para centrarnos en el mundo real, os podréis encontrar en Peluquería canina Canessa: piensos de múltiples variedades, artículos de belleza o cortes de pelo dignos de la profesionalidad de Vanessa que dejarán a tu mascota gran amigo peludo, felina o perruna, propia de un evento tanto formal como informal. Sus cuidados y enorme trayectoria no dejará indiferente a nadie. Así que sin más dilación, pide cita sin pensártelo demasiado porque descubrirás su enorme talento brotar de sus manos plasmados en uno de los integrantes más especiales de la familia.

¡Animaos!